El uso de sistemas energéticamente eficientes contribuye a mitigar el cambio climático. Según datos de la Unión Europea, la producción y el uso de energía en la UE supone más del 75% de las emisiones de gases de efecto invernadero.
El 5 de Marzo se celebra mundialmente el día de la Eficiencia Energética. El objetivo de esta celebración es avanzar hacia un futuro en el que la sociedad, a través de diferentes estrategias, contribuya a la sostenibilidad y sobre todo a frenar los efectos del cambio climático que nos afectan a todos.
El uso racional de la energía forma parte de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas, que son el plan maestro para conseguir un futuro sostenible para la humanidad.
En la actualidad, el uso de tecnologías limpias y de alta eficiencia energética, han generado una importante repercusión en el cumplimiento de este objetivo.
La ONU asegura que mundialmente la demanda de energías renovables y de tecnologías que dependen de estas, ha ido creciendo de forma constante, sobre todo en los países en desarrollo.
En este escenario, tecnologías como la Bomba de Calor se han convertido en una de las más demandadas, debido a su eficiencia energética, al uso de energía procedente de fuentes renovables y a sus bajas emisiones de CO2.
También, organizaciones como la Agencia Internacional de la Energía, en su informe del 2016 sobre Eficiencia Energética, ha considerado a la Bomba de Calor como la Mejor Tecnología Disponible (MTD), para calefacción de espacios.
Sin duda alguna, un aumento en la inversión en tecnologías como la Bomba de Calor, que es capaz de proporcionar calefacción, refrigeración y agua caliente sanitaria, utilizando energía procedente de fuentes renovables, traerá ahorros en la economía mundial y reducirá el gasto energético, mejorando nuestra calidad de vida, a la vez que contribuye a cumplir con los objetivos derivados de las políticas de energía y clima.