La bomba de calor consigue una temperatura perfecta en cualquier local tanto en invierno como en verano, respetando además el medio ambiente. Se trata de una solución que capta la energía del entorno natural y calienta o enfría un espacio de un modo eficiente.
Su funcionamiento se basa en la termodinámica, es decir, en el transporte de energía en forma de calor de un ambiente, a otro.
La Agencia Internacional de la Energía consideró, en el año 2016, a la bomba de calor como la Mejor Tecnología Disponible, desde el punto de vista de la eficiencia energética, para calentar cualquier espacio. En esa misma línea, ONG Greenpeace también la señaló en 2011, como el mejor sistema de calefacción.

Sostenibilidad
La bomba de calor utiliza energía que procede de fuentes renovables (agua, aire o tierra), de modo que reduce las emisiones de CO2 al tiempo que climatiza un local y produce agua caliente, pudiéndolo hacer incluso mediante la instalación de un solo equipo.
¿Cómo funciona?
Como hemos comentado, es una tecnología de climatización respetuosa con el medio ambiente, cuyo funcionamiento se explica brevemente a continuación:
La bomba de calor está formada por un circuito cerrado que contiene refrigerante que absorbe y cede calor en sus cambios de fase, es decir, pasa de estado gaseoso a líquido y viceversa. Este circuito se denomina circuito frigorífico y está formado por los siguientes componentes principales:
- Evaporador: Intercambiador de calor en el que se produce el cambio de fase del refrigerante de líquido a vapor absorbiendo calor.
- Compresor: Máquina que utilizando un trabajo exterior, comprime fluidos compresibles, incrementando su presión.
- Condensador: Intercambiador de calor en el que se produce el cambio de fase del refrigerante de vapor a líquido cediendo calor.
- Válvula de Expansión: Regulador de la entrada al evaporador del refrigerante líquido procedente del condensador.
